El duelo es un proceso muy personal y sensible que sienten las personas cuando enfrentan la pérdida de alguien o algo valioso en sus vidas.
En un proceso migratorio, se asocia principalmente con la pérdida debido a la distancia de seres queridos, como la familia, amigos o mascota y a la distancia del hogar
También puede surgir a raíz de otras pérdidas importantes, como la seguridad personal, el hogar, la nacionalidad, el país de origen, la seguridad económica, el trabajo, una enfermedad crónica, la pérdida de una relación de pareja, con los hijos, la pérdida de una capacidad física, entre otros.
Es importante que puedas adentrarte en tus sentimientos y comprender la profundidad de esta experiencia. Aquí te entregamos algunas claves importantes para lograr un Duelo Sanador
Elisabeth Kübler-Ross, una reconocida psiquiatra suiza-estadounidense, describe las etapas del duelo, basándose en su investigación y trabajo con pacientes terminales en distintos países y culturas
En esta etapa inicial, se tiende a negar la realidad de la pérdida. Puedes sentirte aturdido-a, en shock o con mucha dificultad para aceptar lo que ha sucedido. La negación actúa como una especie de amortiguador emocional para proteger a la persona del dolor abrumador en las primeras etapas e intentar reorganizar la vida
A medida que la negación se desvanece, se puede sentir una intensa ira y resentimiento. Es un profundo enojo por no comprender porqué ha sucedido todo. Pueden enojarse con la situación, con ellos mismos o con otras personas. Este enojo puede ser una respuesta natural a la sensación de injusticia o impotencia
En esta etapa, se comienza a buscar formas de evitar o aliviar la pérdida. Pueden hacer promesas o pactos con Dios o el universo, en un intento desesperado de cambiar lo que ha sucedido. La negociación es una forma de buscar esperanza y control en una situación que parece abrumadora
A medida que la realidad de la pérdida se asienta, la persona puede sentir una profunda tristeza y desesperación. Esta etapa implica una tristeza genuina y puede ser un proceso necesario para procesar y aceptar la pérdida. Es importante darse un momento para llorar, sentir la tristeza como una experiencia que no se puede ocultar y buscar apoyo emocional en esta etapa
En última instancia, se llega a un punto en el que acepta la realidad de la pérdida. Esto no significa necesariamente que estés "bien" con la pérdida, pero ya comienzas a estar un poco más en paz con el hecho de que ha ocurrido. Puedes comenzar a reconstruir tu vida y encontrar un nuevo sentido para la nueva etapa que inicias
Es importante recordar que no todos experimentan todas estas etapas, y pueden atravesarlas de manera diferente o repetir algunas de ellas varias veces antes de llegar a la aceptación.
Además, no hay un marco de tiempo fijo para el duelo; varía según la persona y la situación.
Si esta experiencia es más comprensiva con todos los sentimientos que conlleva un duelo, te permitirá expresar lo que sientes, compartir tus recuerdos, darte el tiempo para hablar de esto y acoger con generosidad, comprensión y sabiduría a quienes también podrían estar inmersos en un Duelo